Por Leonardo Wagner*
Es inevitable reflexionar en esta época del año sobre las perspectivas para este 2022 y sobre las decisiones a tomar para hacer más rentable su negocio. Está claro que ser industrial en nuestro país no es tarea sencilla. Somos “salmones” que nadamos contra la corriente.
Pero, para hablar de las tendencias del 2022 de la industria nacional, primero es necesario ver algunos datos macro que, según el ojo con que se lo mire, pueden ser alentadores o apocalípticos:
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A septiembre de 2021, catorce de las dieciséis divisiones de la industria manufacturera presentaron subas interanuales. (Indec)
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Se verifico el mayor despacho de cemento de los últimos 4 años. (Indec)
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El índice de utilización de la capacidad instalada de la industria (UCII) en noviembre se ubicó en 68,7%, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Esto significó una aceleración de 4,1 puntos porcentuales respecto a octubre, que alcanzó el 64,7%; y creció 5,5, en la comparación interanual, acumulando la novena suba consecutiva. El ministerio de Economía informó que se trata del segundo nivel más alto desde el inicio de la serie en 2016, quedando apenas 0,4 por debajo del máximo de la serie ocurrido en noviembre de 2017 (69,2%). (Indec)
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El Producto Bruto Interno de la Argentina cerrará este año en un nivel cercano al 10% que, de cumplirse, significa que recuperó todo lo que cayó en 2020, el primer año de la pandemia. (Indec)
Ahora bien, también es cierto que:
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El crecimiento de la economía estimado para el 2022 es de un poco más del 2 % amenazada por la cepa Ómicron.
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Estaremos en una economía con tensión cambiara y alta inflación
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Las tarifas crecerán, lo que impactara en los costos y precios de venta.
Las expectativas constituyen un elemento clave para prever no sólo la evolución de la industria, sino de los derrames hacia los sectores relacionados, y de esta forma a la economía en general.
Este entramado volátil y polarizado influye ciertamente en las expectativas de los empresarios industriales, las cuales son una variable de especial interés en función de sus efectos sobre las decisiones de inversión, producción y contratación de personal.
Claramente las expectativas influyen de manera distinta en una empresa corporativa impersonal y en una Pyme donde siempre detrás están personas de carne y hueso.
Hoy quiero compartirles, dada mi experiencia, como es el proceso en la Pyme.
Saliendo del comentario lacrimógeno que documenta lo difícil del día a día, el industrial Pyme toma decisiones y las ajusta parado frente a su fábrica y en base a sus instintos, desarrollados principalmente, de manera empírica y lejos de los head lines de las noticias, que no logran permear las decisiones de inversión y empleo.
En general destaco que el cerebro es sumamente plástico y adaptativo, nunca termina de cambiar y aprende continuamente.
No tengo dudas que existe una “mente colectiva” común en nuestros industriales, ya que todos ellos actúan de igual forma: tienen un gen que los iguala, que es la perseverancia y la lucha contra la adversidad, muchos emplean el término resiliencia, pero a mí me agrada mas aplicar el concepto de pulsión emocional.
El industrial Pyme continuara llevando su negocio con su pulso emprendedor invirtiendo lo necesario para continuar o reconvertirse, si es necesario.
Es cierto que si la macro acompaña, cosa difícil este año, pero no por ello improbable, nos vamos a encontrar con un buen desempeño de la industria Pyme, con niveles similares a los observados en el 2021 como mínima. Lo que se repetirá es la heterogeneidad en el crecimiento por sector y se consolidará la acentuación de todos aquellos rubros de matriz tecnológica predominante, quienes están traccionando el mercado de empleo.
Como gran desafío para este año surge la necesidad de potenciar la inversión privada y estatal, dirigida a la capacitación y formación profesional para reconvertir y formar personas para las necesidades actuales y futuras de la práctica industrial, que requiere un marcado perfil tecnológico para todas sus líneas.
(*) Presidente del departamento de Infraestructura y Parques Industriales de UIPBA, vicepresidente de la Unión Industrial de Quilmes y director ejecutivo de Parque Industrial La Bernalesa y Valot SA.