Firmaron la carta de intención el presidente de la UIQ, Horacio Castagnini; el rector de la UNQ, Alejandro Villar; y el desarrollador del PILB, Eduardo Valot, acompañado por el director, Leonardo Wagner, entre otros.
Los cursos son de Gestión de Empresas Pyme, así como de Seguridad y Ambiente en el Trabajo y tienen una duración de entre 30 y 60 horas, y tienen la certificación del Consejo Superior de la UNQ. Los mismos se encuentran aún en período de inscripción, y tres de ellos ya colmaron su cupo.
MIRADA DE LARGO PLAZO
El presidente de la UIQ, Horacio Castagnini, expresó que “para nosotros es un orgullo; estamos tratando de estar un paso delante de lo que pasa en el país, porque mientras rige el sálvese quien pueda, nosotros apostamos a las políticas en común, las alianzas estratégicas a mediano y largo plazo con la UNQ y el PILB”.
“A los jóvenes hay que cuidarlos, prepararlos, y hay que hacerles saber que en apenas 10 años tendrán que hacerse cargo de lo que hoy estamos haciendo nosotros, desde los ámbitos empresariales, labores, urbano ambiental, etcétera. La UIQ es una de las entidades más prestigiosas de la ciudad, la más antigua del país, y una de las más importantes por la cantidad y calidad de asociados, así que para nosotros es un gran orgullo formar parte de esto”.
ALIANZA ESTRATÉGICA
El rector Villar por su parte, destacó que “esta es una alianza que piensa en forma estratégica en mediano plazo para el sector productivo en general y el PILB en particular. Por eso es importante también que esté la UIQ, porque nosotros desde el conocimiento queremos aportar a la formación técnico profesional de los trabajadores, hacer vinculación tecnológica, y colaborar para que las empresas tengan cada vez más productividad”.
“Hemos encontrado no sólo las puertas abiertas en el PILB como en la UIQ, y tenemos muchas expectativas de que podamos conseguir los recursos necesarios para hacer la primera etapa de la obra para que pueda desarrollarse este Centro de Formación Profesional (CFP)”, agregó.
EDIFICIO
Se necesita 1.600.000 pesos para poner en valor un sector del viejo predio industrial de La Bernalesa, para el funcionamiento exclusivo del CFP, ya que las clases estarán comenzando la semana entrante en un espacio prestado por el PILB “como una señal de darle vida a esta iniciativa”, dijo Villar.
“Cedemos dos aulas a partir de la semana entrante, pero estamos tratando de obtener financiamiento para ir habilitando módulos de 500 metros cuadrados hasta alcanzar los 5 mil metros cuadrados para superficie educativa”.
“El lema del PILB es que somos una comunidad productiva industrial, y por eso la mancomunión con la sociedad. Y así como La Bernalesa fue parte de la comunidad, así nosotros hoy hacemos lo mismo, con sacrificio, con esfuerzo, y formando parte de la ciudad”, concluyó.
Finalmente, Eduardo Valot destacó que “por fin después de mucho tiempo, más que comprometerse con las palabras, se comprometieron con la acción. Esto es lo importante, porque lo que mueve las cosas es la acción. Estamos por fin en camino, no estamos sentados sino caminando”, concluyó.